
Como cada año el Ayuntamiento de Casares está poniendo
medios para que no proliferen las procesionarias, las orugas que habitan en los
pinos que pueden causar urticarias y alergias en personas y animales domésticos,
y daños a los árboles.
Para erradicar la oruga, operarios municipales están disparando
balines de insecticida a los bolsones de
seda que le sirven de nido. Un tratamiento muy eficaz como se ha demostrado
otros años, explica el técnico de Medio Ambiente municipal, pues el
insecticida queda dentro de estos capullos donde los insectos mueren atrapados.
Además, se trata de un producto inocuo para las personas y
resto de la fauna.

El invierno es la
época más adecuada para aplicar este insecticida, pues es fácil de localizar la
oruga al refugiarse del frío en estos nidos.
Estos insectos producen daños a las personas al tener la
oruga miles de pelillos urticantes que se dispersan y flotan en el aire,
produciendo irritación en piel, ojos y nariz, y causando urticaria y alergias. Además,
también es dañina para la flora pues se
alimentan de acículas de los pinos lo que debilita a los árboles y facilita el ataque posterior de otras plagas.
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