La próxima semana quedará lista esta nueva infraestructura
que permitirá que los familiares de los escolares puedan
resguardarse del sol, la lluvia y el viento.
La entrada del colegio Blas Infante ya tiene una nueva zona
de espera. Se trata de un porche amplio, cuya obra ya está prácticamente
finalizada y que dotará al centro escolar de niveles más altos de calidad, permitiendo a familiares y alumnos resguardarse de los diferentes fenómenos climáticos.

Los trabajos se han
realizado coincidiendo con las vacaciones estivales, para no interferir en el
desarrollo del curso, que comenzará el septiembre inaugurando la nueva
infraestructura.
El proyecto ha tenido un coste de 20.898 euros, financiado por el Ayuntamiento de Casares. La
redacción del proyecto ha sido coordinado por la concejala de Educación,
Rocío Ruiz, con el equipo docente del centro escolar.
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