Han estado en el municipio 10 días durante los cuales los adultos han recibido formación profesional y los niños han participado en actividades lúdicas.
Un intenso programa que incluía un curso de capacitación
digital y otro de manipulador de alimentos y elaboración de pizzas. A mismo
tiempo los pequeños han disfrutado de la escuela de verano del municipio junto
a otros niños de Casares con un sinfín
de actividades lúdicas que por la tarde ha estado a cargo de la cooperativa
local mar.
El Consistorio ha destinado a esta iniciativa una partida de
5.000 euros, que ha supuesto un incentivo económico para el municipio con el
alquiler de 3 viviendas para su estancia.
Ahora, estos 12 desplazados vuelven a su lugar habitual de
residencia en distintos puntos de la geografía malagueña, tutelados por la Comisión
Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la asociación Málaga Acoge. Pero la
vuelta la hacen mejor preparados, con más recursos para encontrar un puesto de
trabajo, que es el objetivo de todo ellos
Desde la Concejalía de Cooperación del Ayuntamiento de
Casares tienen la intención de mantener este compromiso de ayuda a los
refugiados con iniciativas similares
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