La sanción por
esta falta es de 60 euros, y 300 euros en caso de reincidencia
La costumbre
de algunos vecinos de dar de comer en la
vía pública a gatos y palomas , entre otros
animales, se está convirtiendo en un
problema de higiene y salubridad en muchas zonas del municipio. Principalmente
en el casco histórico de Casares donde muchos vecinos se han quejado del estado de
suciedad de algunos rincones y de la reproducción descontroladas de estos
animales.
Desde el Ayuntamiento se recuerda que la
Ordenanza Municipal de Residuos Sólidos Urbanos prohíbe arrojar desperdicios en
la vía pública, lo que incluye la alimentación indiscriminada de gatos,
palomas y perros en zonas comunes y fuera de las viviendas particulares.
La sanción por
esta falta es de 60 euros, y en caso de reincidencia podía llegar hasta los 300
euros.
Además, esta misma
ordenanza incluye las mismas sanciones a
los propietarios de animales domésticos, o subsidiariamente a la persona que los lleve, por no limpiar la zona de la vía pública que ensucie, lo que incluye la
obligatoriedad de recoger los excrementos de estos animales.
Igualmente
desde el Consistorio se recuerda la obligatoriedad de identificar por
microchips a perros y gatos según la Ley 11/2003 de
Protección de los Animales.
Me parece muy bien que el dueño de los animales recoja la suciedad que sus mascotas generan.Pero en lo de animales perdidos o abandonados, no estoy para nada de acuerdo, yo veo un animal hambriento y le doy de comer si o si, siempre recojo lo que queda y limpio todo, pero dejarlos sin comer no, lo de reproducirse masivamente es competencia del ayuntamiento, que lleven un control, esterilizandolos por ejemplo.
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